Día de la mujer: el día de la ausencia

8thMar. × ’15

No me saluden este día, digo desde siempre… no hay nada que festejar hoy.

La objetivación de un ser humano o no, es algo que se expande como mancha de aceite en el agua. Como cada vez más es el reino de la cantidad un signo de los tiempos, contrario a lo que muchas o muchos ven como progreso -o para no ser parciales: paralelamente a signos de progreso en las relaciones de los hombres con los seres que lo rodean- se acrecienta la faceta utilitaria por sobre la de hermandad.

Somos cada más más i-racionales, in-formáticos, tecno-lógicos.

Pero señoras y señores: la bestialidad de las aberraciones que generan nuestros sistemas como código malicioso no puede pasar desapercibida indefinidamente.

¿Hermanos de la tierra? ¿hermanos de los seres que la habitan? ¿hermanos de los que nos rodean? (mucho menos de los que no)

La violencia machista no es ejercida sólo por varones, valga este advertencia ante los comentarios que me tilden de miope. Tengo mi propia visión, no puedo hablar por toda la Humanidad.

Los seres nos sirven para llenar nuestros vacíos, para saciar nuestro deseo, para tapar nuestros agujeros negros interiores, insaciables: así le sirven los obreros al capitalista, así le sirven los animales y la tierra a gran parte de los que los consideran cosas, y así les servimos las mujeres a ciertos hombres. También veo mujeres ejercer violencia hacia sus parejas -hombres o mujeres- e hijos, varones hacerlo con sus parejas del mismo sexo, transexuales siendo sometidas a trato cruel e inhumano…

Sociedades enteras desprecian los derechos de igualdad de todo aquel y aquella que no quepa en los parámetros del machismo, desde lo intelectual pasando por la regulación de un aparato legal hasta el mismo atentado contra la vida de los sujetos que violan el statu quo pretendido dominante.

Así en lo concerniente a las mujeres (aunque no limitado a ellas), en muchos casos:

* somos un presente que se niega a sí mismo:
permitimos que nos dicte una autoridad hasta dónde hemos de llegar… lo permitimos como si nuestra niñez no acabara nunca, y debiéramos pasar de ser custodiadas de nuestros padres o hermanos a nuestras parejas y jefes.
* somos la voz que se autocensura,
porque si habláramos lo que en verdad pensamos -si acaso recordamos algo de nuestros profundos pensamientos- seríamos estigmatizadas socialmente.
* somos la materia moldeable:
la que debe adaptarse, la que debe sostener sin quebrarse, y dejar que la quiebren para rescatar física, moral, psicológicamente a los otros.

Es necesario que le ponga mi voz y mi nombre a esta entrada del blog, por eso no me limité a citar el artículo que sigue, que dice mucho de lo que yo misma quisiera decir.
Sé positivamente que los que sufren del machismo no son sólo los humanos-hembra, sino todos, y lo sufren tanto las víctimas como los victimarios, de todas las elecciones de género…. pero en las morgues las que son multitudes por esta causa, son las que nacieron mujeres como bien puso de relieve en este excelente post Barbijaputa.

* Para todas y todos: aquellos inmersos en esto, aquellos circunstancialmente víctimas de estas situaciones, y aquellos que sabiendo lo que pasa al lado suyo callan o justifican.

Los rasgos psicológicos del maltratador

Fuente y artículo completo

Se pone en tela de juicio que el maltrato sea producto de una enfermedad, sino que se explica por parte de un sistema desigual: abuso de poder o de dominación que afecta a la sociedad.

Un maltratador suele comenzar acosando, reduciendo libertad, aislando a su víctima de su entorno (familia, amigos, etc), socavando su autoestima, bloqueándola y minando su percepción de seguridad, trasformándola poco a poco en dependiente.
Reprender, tratar como una niña, considerarla inútil o torpe, haciendo que cambie su forma de ser o de vestir, son también maneras de maltratar.

El maltratador suele abusar de su poder -económico o físico- y logra que la mujer se sienta culpable de su manera de hablar, de pensar, de actuar, etc. Puede derivar en lo que se conoce como “Síndrome de Estocolmo”: la víctima llega a evitar situaciones que puedan generar conflictos o confrontación para no pelear o separarse.
El ciclo del maltrato comienza en la infancia del mismo abusador o en algún tipo de trauma que le ha ocurrido durante sus primeros años de vida (hasta incluso en la adolescencia)

Características principales de una persona con claro perfil de abusador, maltratador o golpeador:

 

-Posesivo, dominante y exigente: una de las primeras acciones que toma es querer alejar a su pareja de la familia y de los amigos. ¿Cómo? Hablando mal de ellos, incomodándolos en público, queriendo “meter cizaña” en alguna discusión o problema, etc.

-Egocéntrico: el mundo siempre tiene que girar en torno a él, pero nunca lo reconoce. Se hace lo que a él le gusta en todo momento y si no, se enoja. La mujer es un simple “satélite” que tiene que moverse a su alrededor y estar para complacerlo. Si ella desea disfrutar un poco de su independencia, mostrará sus rasgos más violentos.

-Mal temperamento: berrinches, enfado, amenazas, peleas, etc. Todo siempre está justificado por culpa del otro, no por razones internas. Dirá que tal actitud lo pone de mal humor, que tal respuesta es la causa de su enfado y una gran lista de etcéteras.

-Ridiculizar o humillar públicamente: para mantener a la mujer bajo control, insultando, denigrando, hiriendo. Ella va perdiendo la confianza y sólo pensará en sus errores.

-Controlador-paranoico: piensa que los demás se quieren aprovechar de él, de su dinero, de su poder, de sus contactos, de su sabiduría, de su experiencia, etc. Tiene una necesidad obsesiva de controlar a la pareja todos los días, mediante preguntas destinadas a buscar contradicciones. El maltratador se la pasa vigilando, queriendo saber dónde está su novia o esposa, con quién se encuentra, con quién habla. Considera que la mujer es su posesión.

-Violento y agresivo: empieza de a poco rompiendo de platos a muebles o vidrios, golpeando a las paredes, tirando cosas al suelo o contra la persona, etc. Si se llega a este punto, es preciso hacer la denuncia y huir inmediatamente de él, no darle más oportunidades. Parece muy simple de conseguir pero no lo es ya que el maltratador mantiene “atada” a la víctima de diferentes maneras, con una gran carga psicológica. Sin embargo, ya se está en un problema que debe solucionar antes de que sea demasiado tarde.

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